martes, 17 de mayo de 2011

Galletas mañaneras.

No acostumbro desayunar. En realidad, hace bastante tiempo que considero desayunar, el tomar una taza de té a las apuradas y nada más. 70 en el microondas.
Pero hoy, ¡sorpresa sorpresa! encuéntrome con un paquete de galletas surtidas cerca de la alacena. Acerco plato y, al abrir aquella bolsa rellena de carnavales de sabores exóticos, misteriosos, e incluso inquietantes, siento la nuca iluminada por un aurea celestial. Me siento bendecida. Soy la elegida. El paquete está lleno de galletas de chocolate acebradas, o Cebritas, como obligan al consumidor a llamarles. Las mejores e inigualables del mercado.
Selecciono un puñado de éstas, así como también un par de bastoncitos y una de vainilla (vainilla?). El desayuno perfecto que hacía tiempo no tenía.
Llevo plato y taza al baño, habiéndome ya acostumbrado a desayunar allí mientras me acicalo frente al espejo como una maricona.
Llega el buen momento de elegir el manjar como si estuviese uno apurado en un cumpleaños por decidirse por una -y no dos- masitas de la bandeja que está a punto de retirarse. Cabe destacar que no me gustan las masitas.
Como una máquina, esas del brazo metálico que toma peluches que nunca llegan a nuestras manos, abro las garras, y me decido por la acebrada. Exclamé con angustia: ¡oh, no! ¡El chocolate está derretido! Juro en hebreo, refunfuño y me muerdo la lengua hasta hacer sangre. No podría continuar con aquella, de ninguna manera. Cambio de elección y procedo a manducarme la de vainilla (vainilla?!). Pero ¡ay de mí! ¡Humedad! En terribles tragedias como ésta desemboca dejar el paquete de galletas mal cerrado, tomen, tomen nota, panda de iletrados.
Por ese entonces ya había perdido la cordura, ninguna galleta era comestible: los bastoncitos tenían sabor a bolsa de plástico, las de chocolate estaban aún más pastosas que las de vainilla (sí, vainilla), y las acebradas parecían remojadas en Lactolate. ¡Todo fue una gran trampa! ¡Una catástrofe! ¡Mi desayuno había sido saboteado! ¡Me siento ultrajada!
¡Diosa Fortuna, te maldigo!

Arruinaron mi día. 

2 comentarios:

  1. Queirol/Jose/el que te recomienda dibujitos/Yo/El18 de mayo de 2011, 9:50

    Se te extrañaban este tipo de publicaciones. Asi que masitas no eh? Esos mini alfajorcitos de maicena tampoco? Tomo nota para el Plan Maestro. Aguante la vainilla.

    ResponderEliminar
  2. "tomen nota, panda de iletrados." Magnificente Fräulein! XD

    ResponderEliminar