
Pero, a pesar de todo, te juro que no quiero saber cómo es el futuro. Y sospecho que tampoco quiero indagar en el presente.
Pequeña dama de la noche, tenga en cuenta que no me es una honra si no un insulto, que escribamos tan parecido. ¡Qué vergüenza!
No hay comentarios:
Publicar un comentario