Sorpráis.

Volví, pero no para quedarme.

Como con un envejecimiento prematuro, estoy perdiendo todas mis habilidades. Ni que hablar de la capacidad de hacer las cosas porque quiera hacerlas. Ahora sólo las hago porque... meh, porque puedo hacerlas, total...

Ni me siento a dibujar algo lindo, sólo rayo los bordes de las hojas.
Ni escribo ninguna historia semi-inventada.
(Esas son las únicas cosas que aparentemente se me reconocen como habilidades, calzar la pierna en la nuca no cuenta, me contaron).
Ni siquiera descargo archivos que vaya a usar realmente, sólo me gusta como quedan en las carpetas.

Y ahora, a esta entrada que suena a hueco, la escribo por compromiso no más.

No, mentira, en realidad tenía muchísimas ganas de poner esa foto.

Nadie se rió de tu chiste.



Random fact: febrero fue un mes rico en inspiración, pero no tenía idea de la casilla de correo ni de la contraseña que usaba para acceder a mi cuenta, así que terminé dejando que la página se añejase y cayese en el olvido de quienes nunca la recordaron.